domingo, 2 de abril de 2023

ES UN BEBE , NO ES UNA OPCIÓN 

 

El 14 de Febrero comienza la campaña de 40 dias por la vida . Es una campaña mundial de 40 días dirigida a acabar con el aborto a nivel local mediante la oración , el ayuno y una vigilia pacífica frente a centros donde se realizan abortos. 

Oramos en turnos de una hora portando carteles con los mensajes de la campaña , ofreciando ayuda y dando testimoio de la realidad del aborto. 

Este movimiento cuenta con más de un millón de voluntarios y se lleva a cabo 65 países , 681 ciudades . 

 

Gracias a Dios y al esfuerzo de tantas personas , se ha conseguido salvar la vida de 24.211 bebés desde 2007 , además de la conversión de 256 trabajadores de la industria del aborto y el cierre de 148 centros abortistas . 

Ramón Pi publicó en el diario Ya el artículo que reproduzco, que resulta ahora de sorprendente y dramática actualidad, cuando se niega la naturaleza humana   defendiendo un proyecto genocida. Me gustaría ser  una mujer moderna , abortista, solidaria , alegre , progresista,...pero como muy bien expone Ramón Pí , no puedo .

 
"Pocas actitudes como la abortista tranquilizarían mejor mi sensibilidad de hombre solidario con mis congéneres, y más con las del sexo femenino, víctimas históricas de una cultura que hizo de la fuerza física el fundamento principal y último de la dominación intelectual, profesional y social, con las secuelas económicas y personales que todo eso lleva consigo. Pocas actitudes como la abortista reflejarían con más nitidez mi propensión a alinearme con el débil, bien entendido que la actitud abortista no significa entusiasmo por el número de abortos mayor posible, sino la defensa de la mujer que, por las razones que fueren, considera que su embarazo es una agresión al diseño de su propia vida. Sí. Me gustaría ser abortista.
Me gustaría, porque la visión de una madre de cuatro, cinco o seis hijos, o más -que también las hay con más-, con las piernas atormentadas por las varices, con problemas circulatorios que le impiden la ingestión de anticonceptivos; o con un marido ‘sarraceno’ que la utiliza como reposo del guerrero sin el menor miramiento, aquí te pillo y aquí te mato; o con propensión a las tensiones nerviosas después de diez, quince, veinte años de matrimonio infeliz y sin salida fácil, es una visión que deprime al espíritu más romo y menos dado a la compasión.
Me gustaría ser abortista, en el sentido dicho y no en otro, porque los violadores campan por sus respetos, y su denuncia no es a veces más que correr el riesgo de que, una vez libre (porque éstos salen libres rápido, maldición), la denunciante corre el riesgo de ser violada, y atracada, y maltratada de mil otras maneras, y porque a ver quién le dice luego al hijo que su padre es, en realidad, un bestia desconocido que trituró a su madre en un descampado o dentro de un coche robado.
Me gustaría, sí, me gustaría ser abortista, porque hoy la ciencia permite saber, en la semana número veinticinco del embarazo, si el hijo que viene será mongólico o no, y no se le puede pedir a todo el mundo el hermoso heroísmo de mis propios padres, que tienen un hijo mongólico, mi hermano Manuel María, y luego tuvieron el valor de tener dos hijos más, inteligentes, llenos de talento, el uno reeducador de adolescentes marginados y el otro músico bohemio al que profeso una admiración que él desconocía hasta ahora, si estas líneas llegan a su poder. Y como yo comprendo que no todos son como mis padres, y que no es esa conducta la ‘conducta exigible’ según la doctrina alemana copiada por nuestro Tribunal Constitucional, me gustaría ser abortista, a fin de dedicar mis esfuerzos a aminorar el trauma cierto que significa tener un hijo subnormal, o ciego de nacimiento, o talidomídico.
Tengo tendencia natural a la solidaridad con el pobre, con el oprimido, con el maltratado por la vida. Y me gustaría ser abortista para contribuir al consuelo de esas mujeres sin cultura ninguna, incapaces de entender -y no por su culpa, sino porque así les han rodado las cosas en un mundo hostil- que existen métodos naturales de control de la natalidad, y que existen medios químicos, y físicos, y mediopensionistas, de impedir un embarazo que no se quería; son esas mujeres pobres de solemnidad, con maridos en paro, que destinan su tiempo a beber y ‘matrimoniar’, que diría Cela, que eso al fin y al cabo es gratis y, según cómo se mire, es el consuelo de los pobres.
Me gustaría ser abortista para sentir el orgullo de difundir la solidaridad con los menos favorecidos por la ruleta de los dineros, que son, para mayor escarnio, los que a la falta de medios materiales suelen unir la falta complementaria de medios intelectuales o educativos de supervivencia, y que se encuentran cargados de hijos a los que no pueden educar, ni vestir, ni alimentar siquiera como reclamaría la OMS para los niños de Etiopía.
Sólo encuentro un inconveniente, uno solo, pero definitivo, para ser un verdadero abortista moderno, solidario, alegre y progresista. Este inconveniente es insalvable: resulta que está ya fuera de discusión que el fruto de la unión del hombre y la mujer es, desde la misma fecundación del óvulo, un ser independiente de su madre en cuyas entrañas se aloja. No es ni un quiste, ni una protuberancia, sino un ser distinto, un ser humano (imposible otra cosa) distinto de sus padres, con un código genético ya definido, y que no necesita más que dos condiciones para convertirse en un ser adulto: alimentación y paso del tiempo. No es ni siquiera un ser vivo necesitado de la metamorfosis para convertirse en adulto. Es un hijo, tal cual, que en el seno de su madre vivirá aproximadamente el noventa por ciento de su desarrollo completo, y el otro diez lo completará fuera del claustro materno.
Y eso es así, y no hay nadie dispuesto a discutirlo a menos que sea un ignorante espectacular y encima quiera exhibir su ignorancia en público. Ya me gustaría que no fuera así, y que no pudiera hablarse de matar un ser humano, sino de ‘interrumpir un embarazo’, porque eso me permitiría demostrar con toda nitidez hasta qué punto me conmueve la situación difícil de la mujer que ve peligrar su salud, o acaso su vida, como consecuencia de un embarazo que no quería, o la circunstancia dramática de una mujer violada y embarazada como consecuencia de la agresión salvaje, o la posición insostenible de la madre de un rimero de chavales que le piden inútilmente de comer. Si el aborto deliberado no consistiera en descuartizar a un ser humano -pequeñito, eso sí, pero un ser humano- sino en extirpar un grano, yo me pondría al frente de las manifestaciones abortistas.

Pero no es así, sino de la otra manera. Ya lo apuntaba Javier Moscoso de Prado en la Gran Enciclopedia Rialp, edición de 1971, tomo I, página 44: “Asistimos hoy -escribió el ahora fiscal general del Estado, sobre cuya ejemplaridad ética invito a opinar al lector- al intento de legalizar ampliamente el aborto, al menos durante los tres primeros meses del embarazo, pérdida del sentido del respeto a la vida que se pretende justificar alegando falsas razones de tipo eugenésico, psicológico, social, etc.”. Eso escribía, y así es en efecto. Y entonces me encuentro con que, de ningún modo, salvo envileciéndome a mí mismo y contribuyendo a envilecer la sensibilidad ajena, puedo defender la matanza de los inocentes como ‘solución’ de nada.
Y no puedo ser abortista, con lo que me gustaría serlo, porque falsificaría de raíz mi presunto humanitarismo y, lo que es peor, porque me quedaría sin argumentos serios para ir contra la fabricación de jabón con los judíos sacrificados en los campos de exterminio nazis. Porque destruido el respeto a la vida humana, por sí misma, ¿dónde están ya las fronteras? ¿Por qué doce semanas, y no quince, o veinticuatro semanas de gestación? ¿Por qué antes de nacer? ¿Cuál es la diferencia, si hablamos en serio?
No he hablado para nada de religión, ni de creencias trascendentes. No necesito nada de eso para comprender que, aunque me gustaría mucho, no puedo ser un abortista, salvo que acepte el envilecimiento, la hipocresía o ambas cosas a la vez."

 



Ramón Pi (extracto del artículo http://www.albadigital.es/2009/05/18/vida/me-gustaria-ser-abortista/)

 

jueves, 2 de marzo de 2023

TENGO MIS RAZONES PARA REZAR

 


El miércoles 28 de Febrero , en portada de Periódico Mediterráneo se publicó “ Rezan ante la clínica de los abortos para acosar a pacientes “ .

 

Sara Ríos escribía   : “ la única clínica de abortos de Castellón denuncia  “ el acoso” a sus pacientes “ ………. Desde el pasado mes de abril , acosar a las mujeres que acuden a clínicas abortivas está considerado un delito penado con entre tres meses y un año de prisión o con trabajos comunitarios …… la provincia de Castellón registró , en el año 2021 , 802 abortos …….. “

 

No voy a entrar en cuestiones de tipo jurídico simplemente quiero , como voluntaria de 40DPLV explicar los motivos que me han llevado a comprometerme y apoyar al equipo de voluntarios de Castellón y provincia  en esta campaña .

 

Somos muchos los que en el mundo entero  estamos rezando por el fin del aborto , y al mismo tiempo aprendiendo a amar , pues esa es nuestra vocación.

 

A ti mujer y a todos os quiero contar una historia . No es un cuento .Tampoco es una utopía. Es en el pleno sentido de la palabra , una “ historia real “ .

 

El principio de la historia no pudo ser mejor. Dios , el Creador de todo el universo , quiso compartir su poder y la belleza de su creación con alguien más. Y para eso pensó en ti ! y en ese niño que no va a nacer .

 

Dicen algunos científicos que el origen del cosmos está en una gran explosión y que en el universo se percibe una especie de “ ruido” , efecto del movimiento inicial originado por la primera detonación. Reconozco que no soy experta en esos niveles de ciencia , pero estoy segura que al principio hubo una explosión de Amor, y es más fácil percibir otro sonido latente a lo largo y ancho de toda la historia del cosmos y de la humanidad: el sonido del Amor.

 

Todo iba bien , hasta que el ser humano pensó que podría componer , una música distinta . Quiso ser el compositor …y perdió el sentido de esa  música que Dios había compuesto y estaba sonando . Quiso ser el compositor … y perdió el sentido de la música … y del oído ; el vacío de amor vino a llenarlo el dolor . AQUÍ esta la causa de todo lo que vemos .

 

Pero  , Dios poco a poco , con paciencia, empezó a reencauzar y reeducar las facultades dañadas . Cuándo vio que el hombre ya podía ser capaz de reconocerlo , vino a ayudarnos a descubrir el camino del Amor.

 

Y ahora , a los voluntarios de 40 días por la vida y a todos … nos llama a que miremos con misericordia a nuestro alrededor …Es ahí dónde quiere revelarnos el secreto de la música del universo . Y todo lo que hagamos será obra maestra SUYA y nuestra .

 

Nos llama una vez más a ser parte de esa composición. Podríamos decir , que le faltan notas , y en tu mano , en tu libertad , está la posibilidad de ofrecer una gran variedad de tonos , sonidos , silencios …

 

Tenemos la posibilidad de acabar bien esta “historia” . Pido ayuda , luz , valentía. Pido no pedir nada , a no ser que sea amar más y mejor , pues estamos rezando y aprendiendo a amar. 

 

 

Cuando una sociedad respalda el aborto es que está enferma . LA SOCIEDAD  NECESITA VER  QUE hay otra voz , a favor de la vida. 

 

FDO : María Angeles Bou . Voluntaria de 40DPLV Castellón


martes, 10 de enero de 2023

 ESTAMOS VIVIENDO UNA ÉPOCA , TAL VEZ ÚNICA .......





En los últimos años la sociedad ha ido perdiendo sus fundamentos antropológicos . Estamos viviendo una época , tal vez única en toda la historia de la evolución humana , en la que ciertos sectores ideológicos tratan de convencer a la sociedad de la identidad de ambos sexos. Prefieren ignorar la creciente bibliografía ciéntifica que demuestra empríricamente la existencia de diferencias naturales innatas entre los sexos y mantienen en su lugar que hombres y mujeres nacen como hojas en blanco en las que las experiencias de la infancia , la educación y la cultura , marcan la aparición de las personalidades masculina y femenina . 

 

 Estamos ante una revolución silenciosa , desestructuradora de la identidad personal , cuya meta es llegar a una sociedad sin clases de sexo , por medio de la deconstrucción del lenguaje , las relaciones familiares , la reproducción , la sexualidad y la educación. 


Nos hallamos en un momento histórico en el que , bajo la influencia de la corrección política marcada por la presión de la imperante ideología de género  - que en cuanto " ideología" supone una visión global distorsionada de la realidad - expresiones como hombre , mujer , padre , madre , han perdido su sentido teleológico-antropológico y se encuentran vacías de contenido , borradas por una idea de identidad absoluta e intercambiabilidad entre los sexos que lo inunda todo , desde la educación en las escuelas , hasta el contenido de las leyes . 

 

Sus consecuencias psicológicas y sociales sobre las generaciones venideras no se han medido honestamente y sus daños serán mucho más profundos que los que provocó el marxismo ( Anatrella , 2008) 

 

Como escribe María Calvo Charro en el prólogo de su libro titulado " Alteridad sexual . Razones frente a la ideología de género " , en estas circunstancias , podemos decir que no es tanto el matrimonio , la familia o la sociedad lo que está en crísis , sino la vida misma. Estamos presenciando una crisis de la vida humana , una crisis de identidad , una crisis del hombre. 

 

En palabras de Marie Peteers , periodista estadounidense especializada en organizaciones internacionales; Directora general de Dialogue Dynamics , Instituto para el diálogo intercultural , y  consultora del Pontificio Consejo para la Cultura : " El género  es un indicador de una crisis que no es solo , ni en primer lugar, económica y financiera : es una crisis de la democracia , una crisis referida a la naturaleza de nuestro contrato social , al contenido de los derechos del hombre , el tejido de nuestras sociedades , de la autoridad moral de los gobiernos , de la autoridad del derecho , de la gobernabilidad del mundo , de nuestra relación con la naturaleza , del contenido de la educación , del matrimonio y la familia , de nuestra identidad humana. Se trata de una crisis de civilización " 

 

El acto más inteligente que podemos realizar actualmente para garantizar la felicidad del ser humano y el equilibrio de la familia , y por ende de la sociedad entera, es la comprensión de la naturaleza masculina y femenina. 

 

Es hora , pues , de recuperar lo perdido , exigiendo la devolución de nuestra integridad y dignidad femenina y masculina. Algo , sin lo cual , ningún ser humano , hombre o mujer , puede alcanzar el equilibrio personal y , por lo tanto , la felicidad. La ruptura con la biología no libera ni a la mujer ni al varón , es más bien un camino que conduce a lo patológico. 

 

Somos una generación nacida con la presión ambiental generada por la revolución sexual del 68 . Las separaciones , el divorcio , la violencia doméstica , el aumento de la homosexualidad han caracterizado los años siguientes a aquella revolución que , habiéndose adueñado monopolísticamente del símbolo del amor y la paz , trajo consigo conflicto , frustración e infelicidad al entorno familiar y , en consecuencia , al social , en la medida en que la familia es el núcleo básico y esencial de la sociedad. 

 

Necesitamos hombres y mujeres decididos a formar familias estables en las que ambos coooperen y colaboren de forma generosa y equilibrada en la ciencia  y educación de sus hijos. Estos hombres y mujeres " nuevos" serán la base de una sociedad sana y con futuro .