martes, 10 de enero de 2023

 ESTAMOS VIVIENDO UNA ÉPOCA , TAL VEZ ÚNICA .......





En los últimos años la sociedad ha ido perdiendo sus fundamentos antropológicos . Estamos viviendo una época , tal vez única en toda la historia de la evolución humana , en la que ciertos sectores ideológicos tratan de convencer a la sociedad de la identidad de ambos sexos. Prefieren ignorar la creciente bibliografía ciéntifica que demuestra empríricamente la existencia de diferencias naturales innatas entre los sexos y mantienen en su lugar que hombres y mujeres nacen como hojas en blanco en las que las experiencias de la infancia , la educación y la cultura , marcan la aparición de las personalidades masculina y femenina . 

 

 Estamos ante una revolución silenciosa , desestructuradora de la identidad personal , cuya meta es llegar a una sociedad sin clases de sexo , por medio de la deconstrucción del lenguaje , las relaciones familiares , la reproducción , la sexualidad y la educación. 


Nos hallamos en un momento histórico en el que , bajo la influencia de la corrección política marcada por la presión de la imperante ideología de género  - que en cuanto " ideología" supone una visión global distorsionada de la realidad - expresiones como hombre , mujer , padre , madre , han perdido su sentido teleológico-antropológico y se encuentran vacías de contenido , borradas por una idea de identidad absoluta e intercambiabilidad entre los sexos que lo inunda todo , desde la educación en las escuelas , hasta el contenido de las leyes . 

 

Sus consecuencias psicológicas y sociales sobre las generaciones venideras no se han medido honestamente y sus daños serán mucho más profundos que los que provocó el marxismo ( Anatrella , 2008) 

 

Como escribe María Calvo Charro en el prólogo de su libro titulado " Alteridad sexual . Razones frente a la ideología de género " , en estas circunstancias , podemos decir que no es tanto el matrimonio , la familia o la sociedad lo que está en crísis , sino la vida misma. Estamos presenciando una crisis de la vida humana , una crisis de identidad , una crisis del hombre. 

 

En palabras de Marie Peteers , periodista estadounidense especializada en organizaciones internacionales; Directora general de Dialogue Dynamics , Instituto para el diálogo intercultural , y  consultora del Pontificio Consejo para la Cultura : " El género  es un indicador de una crisis que no es solo , ni en primer lugar, económica y financiera : es una crisis de la democracia , una crisis referida a la naturaleza de nuestro contrato social , al contenido de los derechos del hombre , el tejido de nuestras sociedades , de la autoridad moral de los gobiernos , de la autoridad del derecho , de la gobernabilidad del mundo , de nuestra relación con la naturaleza , del contenido de la educación , del matrimonio y la familia , de nuestra identidad humana. Se trata de una crisis de civilización " 

 

El acto más inteligente que podemos realizar actualmente para garantizar la felicidad del ser humano y el equilibrio de la familia , y por ende de la sociedad entera, es la comprensión de la naturaleza masculina y femenina. 

 

Es hora , pues , de recuperar lo perdido , exigiendo la devolución de nuestra integridad y dignidad femenina y masculina. Algo , sin lo cual , ningún ser humano , hombre o mujer , puede alcanzar el equilibrio personal y , por lo tanto , la felicidad. La ruptura con la biología no libera ni a la mujer ni al varón , es más bien un camino que conduce a lo patológico. 

 

Somos una generación nacida con la presión ambiental generada por la revolución sexual del 68 . Las separaciones , el divorcio , la violencia doméstica , el aumento de la homosexualidad han caracterizado los años siguientes a aquella revolución que , habiéndose adueñado monopolísticamente del símbolo del amor y la paz , trajo consigo conflicto , frustración e infelicidad al entorno familiar y , en consecuencia , al social , en la medida en que la familia es el núcleo básico y esencial de la sociedad. 

 

Necesitamos hombres y mujeres decididos a formar familias estables en las que ambos coooperen y colaboren de forma generosa y equilibrada en la ciencia  y educación de sus hijos. Estos hombres y mujeres " nuevos" serán la base de una sociedad sana y con futuro .