lunes, 17 de octubre de 2022

INCREÍBLE , PERO CIERTO




Miles de personas tomaron sus rosarios y acudieron el 14 de octubre  al llamado de los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina , para rezar por la vida ….


Entre los asistentes se encontraba el obispo José Ignacio Munilla , que hace varios años destacaba en redes el caso del ginecólogo argentino Dr. Rodríguez Lastra . Los medios de comunicación lo silenciaron. El colegio de médicos no dijo nada . Muchos silencios . Casualidad ? No . Todo al servicio de una agenda que muchos conocemos.


Este ginecólogo recibió a una joven de 19 años que había sido violada y que quería abortar. Viendo entre los dos , los pros y los contras , decidió seguir con el embarazo y dar en adopción a su hijo. Una diputada proaborto que se enteró denunció al doctor por reconducir la decisión de abortar. La sentencia condenó a 2 años de prisión.


Increíble, pero cierto. Esto ha llegado a ocurrir dentro de una agenda de pensamiento único. Y no puedo dejar de exclamar : Dios mío ! Y preguntarme : Cómo hemos llegado hasta aquí?

Nos cargamos el derecho natural , y levantamos una bandera atractiva “ la bandera de la tolerancia”. La tolerancia , entendida como respeto y consideración hacia la diferencia , como una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta a la propia , o como una actitud de aceptación del legítimo pluralismo, es a todas luces un valor de enorme importancia.

Estimular en este sentido la tolerancia puede contribuir a resolver muchas violencias. Y como unos y otros son noticia frecuente en los más diversos ámbitos de la vida social , cabe pensar que la tolerancia es un valor que hay que promover .

Sin embargo, promover una acertada aplicación de la tolerancia es algo extremadamente difícil y complejo , que conviene analizar con calma , sin trivializarlo , para no caer en reduccionismos . Promover la tolerancia no es no es tolerarlo todo, porque es evidente que no se puede permitir todo. 

Con la bandera de la tolerancia hemos legalizado el aborto , la eutanasia …. Y para rematarlo hemos levantado una segunda bandera “ el relativismo “ . Y desde el relativismo yo tengo nuevos derechos. Es mi subjetividad la que prima . Y con este caso del Dr. Rodríguez Lastra , vemos con claridad que desde el relativismo , pasamos a la dictadura del relativismo. Del derecho a matar, a la obligación de matar . Y quien no participe de ese relativismo será condenado.


INCREÍBLE , PERO CIERTO 



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