sábado, 9 de diciembre de 2017

EL CASO DE VICTORIA GILLICK


EL CASO DE VICTORIA GILLICK




Victoria Gillick  es una madre de familia  inglesa que defendió durante años el derecho de los padres a la educación sexual de sus hijos. , frente a determinados programas del Gobierno inglés . estos son algunos jalones de su historia , que cuenta en “ Relato de una madre “, Col. Testimonios , Rialp , 1990.


“ …. Yo tenía algunas sospechas acerca del modo en que la Asociación de Planificación Familiar había intentado terciar en el debate del Ayuntamiento por medio de la carta enviada por su Administrador , Stephen Dalton . El Dr. Michael Busch le había echado encima un poco de agua fría, pero a mi no me convencieron las flojas respuestas que , en  aquel momento , dio a mis preguntas.


Por lo que yo había ido sabiendo a lo largo de los años de la Asociación esa , siempre había ocupado un lugar destacado en las campañas que buscaban una legislación más liberal sobre el aborto. Indagaciones ulteriores me mostraron que la citada Asociación había sido instituida a final de los años veinte, bajo la forma de una red de consultorios privados. Por aquel entonces , su personal era tenido por buenas personas , de clase media , que trataban de ayudar a las familias pobres de las zonas urbanas deprimidas , librándolas de los embarazos no deseados. . Todo muy laudable , para el modo de pensar de la mayoría. Pero una vez la revolución sexual empezó a pisar fuerte , hubo un cambio muy característico , tanto en los objetivos como en la plana mayor de la Asociación , que se convirtió a la filosofía liberal predominante. En 1974 , habían traspasado todos sus consultorios al Servicio Nacional de Salud , y actuaron como consejeros de los funcionarios del Ministerio de  Sanidad y Seguridad Social en temas tales como la contracepción para menores. Incluso ayudaron a redactar las normas que ahora tenían que seguir los médicos con respecto a las chicas jóvenes.

Se habían metido en la educación sexual en las escuelas y en otras instituciones y habían adquirido , gracias a esa labor , la condición de entidad benéfica , al mismo tiempo que montaban su propio negocio de ventas por correo , llamada Ventas de Planificación Familiar (…)  El tal negocio contraceptivo “ independiente” comenzó a crecer en cifras de ventas al publico y a las autoridades sanitarias , de modo que , tal como informó la Comisión de Monopolios a mediados de los años setenta , sus crecientes beneficios fueron adjudicados a la Asociación ( en 1978 , esa suma alcanzó las 116.000 libras esterlinas ) , para que ampliase sus programas de educación sexual y contraceptiva. El negocio estaba bien llevado , no cabe duda.

Leyendo el informe anual de 1978 de la Asociación , observé que se habían propuesto algunos objetivos para el siguiente decenio . El último de la lista era que , para 1986 , el “.. total anual de más de 100. 000 abortos quede reducido a la mitad , gracias a la información sobre contraceptivos y a su mejor distribución …” Cuando esos diez años estaban a punto de expiara, examiné las cifras del Ministerio de Sanidad sobre el empleo de contraceptivos en 1986 y observé que su consumo había aumentado en un 30 por 100 . Entonces busqué las cifras de abortos del mismo año. No . No se habían reducido a la mitad: habían aumentado casi un 75 por 100 y se habían colocado en 172.000. No quedé particularmente sorprendida por estos hechos. Después de todo , un experto de la Federación Internacional de la Paternidad Responsable había dicho a los estudiantes de Cambridge , en 1974 A medida   que la gente se pasa a la contracepción , habrá un aumento , no una disminución , de la tasa de abortos “. Pero no puedo dejar de odiar esa trola tan cuidadosamente calculada , en particular porque su precio son decenas de miles de vidas de niños.

 Tan extremistas se habían vuelto en 1978 las tendencias políticas de la Asociación que ese año contrataron a una marxista de estilo revolucionario , Rose Shapiro , como encargada de prensa. Sus artículos en Marxismo Today o en el Leveller podrían provocar ataques epilépticos al militante laborista medio. Pocos meses después de la reunión en el Ayuntamiento de Ipswich , leí un par de números de esta última revista : me pasé una hora espantosa chapoteando por artículos nauseabundos de sodomitas que se auto justificaban ( más tarde fueron convictos en juicio) , por notas de auto felicitación de feministas que habían abortado , hasta que , al final , me encontré con un desagradable articulo de la mismísima Ms . Shapiro (:J . En una diatriba larga y dura , la señora Shapiro lanzaba su desprecio contra todo grupo próvida y pro familia del que tuviera noticia ( nombraba sobre la marcha a nuestro “ Padres de Suffolk “ ) , y añadía que : “ Nada hay tan efectivo en el arsenal del autoritarismo moral como el emotivo fantasma del sexo juvenil “ . Mis observaciones me habían llevado a una conclusión diferente : Nada hay tan lucrativo en el mundo del comercio como el reciente negocio del sexo juvenil.

La primera cosa que hace cualquier organización nueva es buscar dinero . “ Padres de Sufflok “ fue una excepción a esta regla , porque las actuaciones que cada uno de nosotros emprendía se las pagaba de su propio bolsillo , ya se tratara de sellos de correo , fotocopias , impresos , viajes o lo que fuera . Sólo una vez acudieron los otros miembros en nuestra ayuda y fue cuando la cuenta trimestral del teléfono había alcanzado las ¡ 400 libra ¡

El paso siguiente que da cualquier grupo que hace una campaña es dirigir alguna petición a alguien , y en este aspecto nosotros seguimos la sabiduría común. Fue un escrito bastante sencillo para el que pedíamos firmas a la gente de Sufflok: en él afirmábamos muy por directo que , tal y como ocurre con el resto de los medicamentos que se dan a menores de dieciséis años , se exigiera el consentimiento paterno por escrito antes de recetar contraceptivos a las hijas menores de edad.

Escribimos a toda cuanta organización , laica o religiosa , pudimos encontrar , incluida la Logia Masónica de Sullok. Me llevé un chasco cuando el “ brujo” jefe de esa organización rehusó quedarse con copias de nuestro escrito para dárselas a sus seguidores , porque él era un miembro importante de la Delegación Regional de Sanidad. Un poco ingenuamente , me había olvidado de quienes son uña y carne en todo este cotarro.

Después ha haber enviado montones de artes manuscritas ( ni siquiera ahora soy capaz de escribir a máquina decentemente ) , que cada día los niños iban entusiasmados a echar a la oficina de correos de Handleigh , conseguimos reunir casi mil quinientas firmas.

Al final nuestros esfuerzos fueron compensados – o al menos , así lo creíamos por un momento – cuando uno de los Diputados de Suffolk , Jhon Selwyn Gummer , que era entonces secretario privado de Patrick Jenkin , el Ministro de Sanidad , anunció , en el verano de 1979 , que iban a ser derogadas las infames directrices para médicos que estaban vigentes.

“ Las Normas sobre el Sexo al cesto de los papeles . La píldora para adolescentes a examen “ Así , en primera página , titulaba un periódico de Ipswich su información sobre el tema . El Ministro , decía Gummer , a la vista de la “ considerable presión “ ejercida por las asociaciones de familias , estaba preocupado por las directrices dadas a los médicos , y , en consecuencia , iba a pedir a sus funcionarios que , una vez hechas las oportunas consultas , las retiraran y prepararan otras nuevas. Aquella noche nuestro párroco , el Padre Kirby  , vino a vernos trayéndose consigo una botella de vino para celebrarlo .A eso lo llamo buena atención pastoral.

Resulto ser , sin embargo , una victoria muy fugaz. Porque una semana después , las declaraciones de Gummer fueron desautorizadas por un irritado funcionario del Ministerio , señalando que se trataba de “ pura imaginación camuflada de realidad” (…)

Algo de lo que no se escribió en aquellos primeros años , cuando mi nombre aparecía en la prensa , fue de mi religión y del numero de hijos que tenía . Porque , a pesar de los elogios de los medios de comunicación a los sindicatos polacos o al nuevo Papa , yo tengo por cierto que si un editor o productor fuera profundamente hostil a alguna idea , la primera cosa que haría para desacreditarla es socavar la credibilidad para el hombre de la calle de los que están metidos en el asunto , utilizando para ello cualquier bagatela o historieta picante que caiga en sus manos.




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